lunes, 9 de junio de 2014

AVISO IMPORTANTE




La presentación del libro "Historia de la Compañía de María en Granada" queda aplazada al día 16 de octubre a las 18h.



Un saludo.


domingo, 1 de junio de 2014

CONVIVENCIA ANTIGUOS ALUMNOS

MUCHAS GRACIAS


Celestial Niña, María Inmaculada, que subes hoy…”. Como no podía ser de otra manera, empiezo la reflexión como empezó la celebración de nuestro Centenario (y estoy convencido se ha leído cantando, ¿a qué sí?).
 
Es difícil expresar con palabras la miscelánea de estremecidos y profundos sentimientos que vivimos el pasado sábado 10 de mayo de 2014, cuya fecha quedará para siempre en el recuerdo como si de una onomástica de otro ser querido al que felicitar se tratase. No creo que sea digno de representar a mis compañeros de tantas generaciones en esta meditación que estáis leyendo, pero ese honor lo he aceptado con total agrado, especialmente porque si hubiese esperado al próximo centenario lo mismo se lo proponen a otro. Así que, como obediente que soy, acepté la difícil proposición de retratar el desarrollo de ese día, y aquí me atrevo a plasmarlo. Mil perdones.
 

Vaya por delante mi felicitación y reconocimiento a todos los que han trabajado con tanto esfuerzo y dedicación en la organización y desarrollo de este singular acontecimiento.
 
Podría resumirlo todo en dos palabras, las del título: MUCHAS GRACIAS. Se argumentaba que esta fiesta sería un momento de celebración, de encuentro y reencuentro. Pero ha sido mucho más. Ha sido lo más. Ha sido un día de agradecimiento. La nostalgia sentida ha reafirmado de nuevo que es verdad que cualquier tiempo pasado fue mejor. Y aunque echamos de menos a mucha gente, eso sirvió también para acordarnos de ellos, y confirmar que los años vividos en Compañía de María fueron los mejores de nuestras vidas, pero entonces no lo sabíamos.
 
En primer lugar asistimos a la Eucaristía, que se desarrolló en la iglesia de San Agustín, donde empezamos con los primeros besos y achuchones. Si bien en principio pudiera ser que importara el lugar, pues muchos nos planteamos por qué no se hizo la misa en el Colegio, quizá lo importante no resida en el dónde, sino que radique en el cómo empezamos la celebración, y fue precisamente honrando a su fundadora, Santa Juana de Lestonnac, y a nuestra Niña María. Como siempre, los alumnos (porque siempre lo seremos) colaboramos en todo, aunque en realidad fue porque D. Antonio así nos lo pidió”, también como siempre. Por cierto, nos emocionamos mucho con la voz del coro, y destacar igualmente que fuese un antiguo alumno, Miguel Ángel, el que conmemoró la ceremonia.
 
Luego, recorrimos en procesión el efímero trecho que nos llevaría al Colegio para la siguiente cita. En el Salón de Actos, al que encontré tal y como lo dejé hace algunosaños, asistimos a cuatro significativos acontecimientos:

Primero, un pregón a cargo de una antigua alumna, madre de exalumnas, madre de profesora del Colegio, exmiembro del AMPA durante muchos años,vamos, de toda la vida, Doña Rita Rubio, que nos deleitó con sus recuerdos y humor en un bonito discurso como acertada voceadora.


Segundo, una mesa redonda formada por cinco personas pertenecientes cada una de ellas a otras tantas diferentes promociones, las cuales intervinieron para relatar su acontecer por la institución, decifrando así por sus comentarios cómo se había caracterizado la educación a lo largo de todos estos años en un mismo contexto.

Tercero, se agasajó a las alumnas más veteranas de Compañía de María, tres compañeras de la promoción de 1932. Un ramo de flores, una placa de plata a cada una y la gran ovación de la sala en forma de afectuoso aplauso sirvieron como símbolo para homenajearnos entre todos.

Y cuarto, se proyectó un vídeo preparado por el actual personal docente del centro, una proyección audiovisual continua con fotos de muchos de nosotros, y un afectivo y entrañable mensaje que por su calado reproduzco textualmente a continuación: Cien años: educando en valores, en nuestro patio, de recuerdos, de amistad, de deportes, de ilusiones, con nuestras seños y profes, de teatro y sueños, de fiesta y alegría, de refugio, de miles de alumnos orgullosos de su cole, orgullosos de formar parte de esta historia. Porque la hemos escrito entre todos. Ahora os toca a vosotros hacer un mundo mejor.

Con este emotivo mensaje, y aún retumbando en el pecho la correspondiente ovación del mismo, salimos al patio para disfrutar del resto del día. No sin antes darme la vuelta y contemplar desde su entrada la que creo será mi última visión del mágico Salón de Actos de nuestro cine, representaciones y sueños de infancia. Ha sido todo un placer.

 
El resto del día deparó photocall, firmas, carocas de profesores, fotos, visita por el Colegio y barra (con sus oportunos tickets, claro). Y junto a esta puesta en escena, la convivencia con los compañeros, profesores y amigos de toda la vida (que orgullo poder escribir con toda sinceridad esto de haber estado con los amigos de toda la vida), muchos besos, abrazos, risas y recuerdos. Y un nudo en la garganta que aflorará cuando nos demos cuenta y seamos conscientes de lo que ha significado Compañía de María.


Termino casi como he empezado, dando las gracias, pero más concretamente a mis maestras y maestros (que es mucho más que docentes o profesores). Agradezco mucho haberlos conocido, que hayan formado parte de mi vida, que hayan influido cuando estaba creciendo como persona, que siempre me he llevado un cachito de ellos, por sus valores, por su amistad y por transmitirme la vocación de enseñar. Os quiero.

César Torres Martín